5. Hatzegopteryx
Menos conocido que el Quetzalcoatlus, Hatzegopteryx tenía su hogar en la isla de Hatzeg, que se aisló del resto de Europa central durante el período cretáceo tardío. El cráneo de esta especie de pterosaurio medía nada menos que 3 metros de largo, pero según las estimaciones pudo haber tenido una envergadura total de alrededor de 12 metros, convirtiéndolo así en una de las criaturas más grandes que ha surcado los cielos del planeta. No obstante, se calcula que quizás sólo pesaba unas pocas decenas de kilogramos, ya que ser muy pesado lo habría hecho menos aerodinámico.
4. Megatherium
Estos enormes perezosos vivieron en América del Sur durante el Plioceno y el Pleistoceno, períodos en los que se han encontrado numerosos restos fósiles, lo cual indica la gran abundancia que llegaron a alcanzar en estas tierras. Medían casi 7 metros de largo y pesaban hasta 3 toneladas, tanto como uno de los enormes mamuts lanudos.
3. Deinosuchus
Los dinosaurios no fueron los únicos reptiles que llegaron a alcanzar tamaños enormes durante la Era Mesozoica. También hubo cocodrilos gigantescos como el Deinosuchus, que vivió en lo que hoy es Norteamérica. Llegó a medir más de 9 metros de la cabeza a la cola y pesar unas asombrosas 10 toneladas. Este colosal cocodrilo podría haber sido un gran rival para el Sarcosuchus, un cocodrilo africano que alcanzó las 15 toneladas de peso y que se conoce como el “SuperCroc “. ¡Espeluznante!
2. Indricotherium
El mamífero terrestre más grande que jamás haya existido, Indricotherium (también conocido como Paraceratherium) midió unos 40 pies de la cabeza a la cola y llegó a pesar cerca de 15 a 20 toneladas. Con estas asombrosas medidas, dicho ungulado del Oligoceno llegó a estar en la misma categoría que los titanosaurios que habían desaparecido de la faz de la Tierra 50 millones de años antes. Este gigante herbívoro probablemente tenía un labio inferior prensil con el que arrancaba las hojas de las ramas altas de los árboles.
1. Titanoboa
La serpiente prehistórica Titanoboa compensó su relativa ligereza (sólo pesa alrededor de una tonelada) alcanzando la impresionante longitud de más de 15 metros de largo, desde la cabeza hasta la cola. Este reptil del Paleoceno compartió su hábitat en Sudamérica con otros enormes cocodrilos y tortugas, entre las que se encontraba Carbonemys, que llegó a pesar una tonelada y con la que debió tener varios encuentros cercanos en los antiguos ríos de la región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario