Lo utilizas todo el rato, para calentar la leche del desayuno o el pollo en salsa que cocinaste anoche, incluso te sirve para cocinar algún que otro plato sencillo. Y llegó un momento en el que te preguntas cómo se las arreglaban antes del microondas.
El primer aparato se vendió en 1946. Pero en casi siete décadas dio un salto a la fama, convirtiéndose en uno de los electrodomésticos predilectos de la casa.
Sin embargo, además de ayudarte a no perder tiempo con las comidas, sus ondas de radio de alta frecuencia tienen otros usos domésticos que quizá no conocías.
Estos diez que te presentamos son solo unos cuantos de la lista y te pueden hacer la vida más fácil.
Eso sí, hazlos con cuidado y recuerda siempre que no se deben meter objetos metálicos en el microondas.
1. Despegar sellos
Si escribiste mal la dirección del destinatario de una carta, tenía ya el sello pegado y quieres recuperarlo, el microondas te echará una mano.
Antes que nada debes humedecerlo con un poco de agua. Después, introduce la carta en el microondas y caliéntala durante 20 segundos, no más.
Verás que el sello se despegará del sobre sin el menor esfuerzo.
2. Cortar cebolla sin llorar
Dentro de las células de la cebolla existen algunos compuestos que contienen azufre.
Al cortarla con un cuchillo las células se rompen y estos compuestos sufren una reacción química que los transforma en moléculas sulfuradas más volátiles.
Éstas, a su vez, reaccionan con la humedad de los ojos generando ácido sulfúrico y producen una sensación de quemazón.
Y ante esto, las terminaciones nerviosas detectan la irritación y el cerebro reacciona diciéndole a los conductos lacrimales de tus ojos que produzcan más agua, es decir lágrimas, para diluir el ácido y proteger así los ojos.
Sin embargo, este proceso se puede evitar introduciendo la hortaliza con los extremos cortados en el microondas durante 30 segundos.
Debes escoger el programa de máxima potencia.
3. Desinfectar estropajos
Puedes eliminar las bacterias del estropajo o el trapo de cocina sin necesidad de usar desengrasantes, lavavajillas, ni ningún otro producto químico.
Ten en cuenta los estropajos metálicos no pueden meterse en un microondas.
Sólo debes introducir los trapos en cuestión en el microondas durante varios minutos a máxima potencia. Las bacterias morirán por las altas temperaturas.
Este truco sirve también para desinfectar esponjas de baño.
4. Esterilizar frascos de conservas
La forma posiblemente más conocida para esterilizar los frascos con los que hacer después conservas es hervirlos.
Pero existe otra manera, más rápida y eficaz. E incluye, como no, el microondas.
El procedimiento no te llevará más de dos minutos.
Antes de introducirlos en el horno hay que quitar las tapas a los frascos y llenarlos de dos dedos de agua.
Después hay que esperar a que el agua hierva, lo que serán, aproximadamente, dos minutos.
5. Comprobar que una taza es apta para el microondas
No toda la vajilla lo es. Entre los materiales permeables a las microondas y por tanto aptos para cocinar en este tipo de hornos se encuentran el vidrio refractario tipo Pyrex, Arcoroc, Duralex, Arcopal, Pyroflam (siempre que no sean demasiado finos porque se romperían), la porcelana, la cerámica, la loza, la madera, el mimbre y el barro.
Este último, si está vitrificado puede llevar hierro y plomo en su composición por lo que no debe introducirse en los microondas comunes, que no aceptan herramientas metálicas.
Por esa misma razón, también la porcelana estampada o con filos dorados puede llevar metales. Antes de usarla en este tipo de hornos hay que comprobar siempre si es apta o no.
Una manera sencilla de saberlo es poniendo sobre el plato giratorio el recipiente a comprobar vacío y junto a éste un vaso de agua.
Programa después el horno para que caliente a máxima potencia durante un minuto.
Al cabo de ese tiempo, si el recipiente es apto para microondas, debe estar frío y el agua del vaso caliente. Si el recipiente está caliente, quiere decir que absorve microondas y, por tanto, no es apto para ser usado en este tipo de hornos.
Esta prueba no debe hacerse con el recipiente vacío y sin el vaso de agua a su lado.
La razón es porque, si éste fuera permeable a las microondas del horno, el aparato se podría estropear al no tener ningún elemento que absorbiera las ondas de radio de alta frecuencia que está emitiendo.
6. Dejar el horno como nuevo
Una manera fácil de limpiar un microondas es introduciendo en él servilletas de papel de cocina. Humedécelos y pégalos en el interior del microondas, dejando la salida del aire libre.
Después debes poner en marcha el aparato. A los 5 minutos los papeles estarán secos, habrán absorvido toda la suciedad y el microondas estará impecable.
Aunque si el electrodoméstico está extremadamente sucio es probable que debas echar mano de este otro truco.
En ese caso puedes colocar sobre la bandeja un bol lleno de agua y rociar con vinagre el interior del horno.
Si lo pones en marcha y lo apagas en 5 minutos, podrás quitar la suciedad pasando un trapo sin frotar.
De forma similar, si deseas eliminar los olores del microondas sólo debes introducir un vaso con agua y medio limón y dejarlo en funcionamiento durante 2 o 3 minutos.
7. Fabricar compresas calmantes
Es una alternativa de andar por casa a las botellas de agua caliente o almohadillas eléctricas y es muy sencilla de hacer.
Para diponer de una compresa calmante calienta una toalla humedecida enrollada durante un minuto en el microondas.
Si la dejas más tiempo, podrías llegar a quemarte.
8. Hacer que la máscara de pestañas dure más
El tubo de máscara de pestañas está aún medio lleno pero ya se resecó.
Es algo común, consecuencia de sacar y meter el cepillo con frecuencia.
Sin embargo, existe un truco para poder utilizar el producto hasta que se agote.
Consiste en poner el tubo de cosmético en el microondas junto a un vaso de agua y calentarlo durante 30 o 40 segundos.
Al cabo de ese tiempo, el contenido volverá a estar tan fluido como cuando la compraste.
9. Higienizar la tabla de cortar
Además de esponjas, estropajos y trapos de cocina, también podrás desinfectar la tabla de cortar en el microondas.
Para ello tendrás que lavarla, restregarlas con un limón e introducirla en el horno. En un minuto estará lista.
10. Aprovechar al máximo el limón
Si quieres aprovechar hasta la última gota del ácido jugo, mételo durante 10-20 segundos con el microondas a su máxima potencia.
Esto ayudará a que se desprenda más fácilmente de la piel. Así, al exprimirlo obtendrás más jugo.
Y el truco sirve por igual para las naranjas.
BBC
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