Las 20 economías más poderosas del mundo acordaron el pasado fin de semana en Turquía la firma de la agenda titulada ‘Transformando nuestro mundo: Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible’. Una hoja de ruta firmada por los 193 estados miembros de las Naciones Unidas y que consta de 17 objetivos para el desarrollo sostenible –ODS-, 169 metas, así como una sección relativa a los medios de implementación, una renovada alianza global y un marco para su revisión y seguimiento.
La firma del acuerdo por el G20, empañada por los trágicos sucesos del pasado viernes en París, se convirtió en un llamamiento a todos los países del mundo, sea cual sea su nivel de desarrollo, para conseguir en los próximos 15 años poner soluciones al cambio climático, terminar con la pobreza extrema y luchar contra la desigualdad y la injusticia.
La trascendencia del acuerdo también se evidenció en las redes sociales a través de la conversación y participación a nivel global con el hashtag #Globalgoals donde los internautas interactuaron en favor de los 17 ODS. Desde la Fundación de Naciones Unidas se congratulaban por el acuerdo entre las principales economías del mundo y lo resumían así: “Podemos ser la primera generación en terminar con la pobreza y la primera en abordar el cambio climático”.
NINGÚN ESTADO HA ALCANZADO A DÍA DE HOY EL DESARROLLO SOSTENIBLE EN SUS TRES DIMENSIONES: MEDIOAMBIENTAL, ECONÓMICA Y SOCIAL
Para conseguir cumplir esta agenda se han acordado un total de 17 objetivos para el desarrollo sostenible de cumplimiento universal. Un aspecto decisivo en la negociación ya que a día de hoy ningún estado ha alcanzado el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones: medioambiental, económica y social.
Los 17 ODS
Los 17 grandes compromisos en forma de ODS alcanzados el pasado fin de semana por el G20 para el año 2030 están formados por: la eliminación de la pobreza, terminar con el hambre, asegurar vidas saludables, educación de calidad, igualdad de género, agua potable y saneamiento, energía sostenible, buenos trabajos y crecimiento económico, innovación e infraestructuras, reducir las desigualdades, ciudades y comunidades sostenibles, consumo responsable, combatir el cambio climático, conservar los océanos, proteger los ecosistemas terrestres, paz y justicia y alianzas globales para conseguir las metas.
Con la hoja de ruta definida, cabe recordar que la Organización de Naciones Unidas ya había condensado muchos de estos objetivos en cinco que debían abastarse en el presente 2015 y de los que no se ha concretado ninguno. Así pues, no se trata de la primera declaración de intenciones del G20 para abordar los grandes retos en materia medioambiental y justicia social que se le plantean a nuestras sociedades durante los próximos años. Así lo recordaba Marco Lambertini, director general de WWF Internacional, quien instaba al G20 a cumplir con todo lo acordado en Antalya. “Tras la histórica aprobación de los nuevos objetivos de desarrollo sostenible (ODS), es fundamental que el G-20 cumpla sus promesas y actúen por el cambio climático y el desarrollo sostenible”. Asimismo, aseguró que “el cumplimiento de las promesas del G20 sobre la financiación para el clima, la reforma de los subsidios a los combustibles fósiles y la eficiencia energética proporcionaría un fuerte impulso para las próximas negociaciones sobre el clima.”
Según los expertos, el éxito o el fracaso de la Agenda 2030 dependerá de un “compromiso activo” durante los próximos 12 meses para el Desarrollo Sostenible, que garantizaría que los objetivos tengan eco más allá de las Naciones Unidas y que movilicen a los gobiernos locales y regionales, al sector empresarial, a la sociedad civil y a la comunidad científica.
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