Después de dos semanas de búsqueda, el SETI no ha encontrado indicios de vida inteligente. La estrella KIC 8462852 ha encendido las alarmas después de mostrar una luz extraña que no se corresponde con la de un planeta.
El grupo de telescopios Allen no ha encontrado evidencias de vida extraterrestre en la estrella KIC 8462852. (SETI)
El instituto SETI ha culminado dos semanas de escucha con el radiotelescopio Allen sin detectar evidencias de señales producidas deliberadamente en la dirección de la estrella KIC 8462852, informa Europa Press.
Sin embargo, las observaciones continuarán en la informalmente conocidaEstrella de Taby, donde el telescopio Kepler detectó una reducción extraña del brillo, que suscitó la duda de si podría estar provocada por una megaestructura alienígena. Aunque se han propuesto varias explicaciones naturales para este fuerte cambio en la luminosidad, una posibilidad es que una civilización tecnológicamente desarrollada haya construido una gran costrucción en órbita alrededor de la estrella, lo que provocaría esta clase de oscurecimiento.
Un ejemplo de un proyecto de astroingeniería a gran escala sería la construcción de la llamada Esfera de Dyson: un enjambre de paneles solares para la recolección de energía a gran escala. Otras estructuras posibles incluyen hábitats artificiales espaciales, o un objeto del tamaño de un planeta destinado a proporcionar una señal de larga duración a otros habitantes galácticos.
A la caza de dos tipos de señales
Con el fin de investigar la posibilidad de una causa intencional para el comportamiento inusual de KIC 8462852, el Instituto SETI ha apuntado el grupo de telescopios Allen hacia esta estrella durante más de dos semanas. La matriz se compone de 42 antenas, cada una de 6 metros de tamaño, y se encuentra a unos 500 kilómetros al norte de San Francisco.
Según un comunicado del instituto, han buscado dos tipos diferentes de señales de radio. En primer lugar, las señales de banda estrecha, del orden de 1 Hz de ancho, que se corresponderían a una señal de sociedades que deseen anunciar su presencia. Este es el tipo de señal de mayor frecuencia buscada por experimentos de radio de SETI. Las otras fuentes buscadas han sido las señales de banda ancha que pudieran deberse a haces de propulsión dentro de este sistema estelar.
Si realmente existen proyectos de astroingeniería en el entorno de KIC 8462852, podría esperarse razonablemente la presencia de naves espaciales para dar servicio a esta actividad. Si estas naves son propulsados por haces de microondas intensas, algo de esa energía puede manifestarse como fugas de radio de banda ancha. “Esta es la primera vez que hemos utilizado el grupo de telescopio Allen para buscar señales de banda ancha, un tipo de emisión que generalmente no se considera en las búsquedas SETI”, ha explicado el científico del Gerry Harp.
El análisis de la matriz de datos no muestran ninguna evidencia clara de cualquier tipo de señal entre las frecuencias de 1 y 10 GHz. Esto descarta transmisores omnidireccionales de aproximadamente 100 veces el uso actual de energía total terrestre en el caso de las señales de banda estrecha, y diez millones de veces para las emisiones de banda ancha. Aunque estos límites son relativamente altos, un hecho debido principalmente a la distancia de más de 1.400 años luz de KIC 8462852, SETI explica que la potencia de transmisión requerida para las señales de banda estrecha podría reducirse enormemente si la señal estuviese siendo transmitida deliberadamente en nuestra dirección.
Por otro lado, los esquemas de propulsión de microondas se pueden transmitir también, y también se reduciría la potencia del transmisor mínimo necesario para la detección de la matriz. El SETI advierte de que cualquier sociedad capaz de construir una Esfera de Dyson tendría acceso a un nivel de energía de vatios cercano a 10 elevado a la 27. Incluso los transmisores omnidireccionales serían detectables aunque sólo un pequeño porcentaje de esta energía se utilizase para la señalización.
“La historia de la astronomía nos dice que cada vez que pensamos que habíamos encontrado un fenómeno debido a las actividades de los extraterrestres, nos equivocamos”, señala astrónomo del insituto Seth Shostak.”Pero aunque es muy probable que el extraño comportamiento de esta estrella se debe a la naturaleza, no a los extraterrestres, es prudente comprobar tales cosas.”
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