El coche valorado en 1,5 millones de dólares, perdió el control y acabo estrellándose contra tres vehículos que estaban aparcados al costado de la carretera.
Ocurrió en las calles de Budapest, en Hungría, ante el asombro de todos los transeúntes que paseaban en ese momento por el lugar.
El conductor acababa de salir por las puertas del concesionario con su Ferrari y pisó con fuerza el acelerador, lo que habría motivado la pérdida del control en el lujoso automóvil.
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