Esta es una de esas historias que parten el corazón pero, a la vez, nos reconcilian con este mundo loco. Su protagonista es el pequeño Evan Leversage, un luchador contra el cáncer durante la mayor parte de su corta vida. El tumor cerebral que le detectaron casi de bebé lo ha llevado por sesiones interminables de quimioterapia, radioterapia...
Ha tenido épocas mejores pero ahora, a sus siete años, los médicos han informado a sus padres de que el niño estaba realmente mal, de que su tiempo se acababa y la esperanza se agotaba. Tan rápido que, incluso, podría no llegar con vida a esta navidad. Sabiendo lo que gustan estas fiestas a Evan, sus familiares decidieron adelantar el calendario y regalarle unos días de felicidad.
Nicole Wellwood, la madre de Evan, comenzó a colgar adornos navideños en casa y le pidió a sus allegados que hicieran lo mismo. La iniciativa empezó a llamar la atención de los amigos y conocidos, de los vecinos, de los compañeros de colegio del chico... El evento, claro, saltó a Facebook, donde se invitó a 14.000 personas y donde se registraron más de 500.000 comentarios sobre la original idea.
Fue a más, con una campaña en Go Found Me. En tan sólo 10 días, se han donado miles de dólares para tratar al niño, se ha difundido su dirección para que se le manden tarjetas de navidad, se ha organizado una cena de Nochebuena con los vecinos y hasta una cabalgata en la que, por supuesto, no ha faltado Papá Noel ni ninguno de sus renos.
Huffington Post
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