Cuando el ser humano empezó a construir edificios, no tardó en comprender que debía buscar maneras de conseguir que fuesen lo más altos posible. El motivo es simple: a mayor altura, mayor aprovechamiento de la parcela de suelo que cada construcción ocupa. En la actualidad, el que más se acerca al firmamento es el imponente rascacielos Burj Khalifa de Dubai, con sus casi 830 metros. El mismo arquitecto que lo ideó trabaja en la Kingdom Tower, que romperá en Arabia Saudita la barrera de los 1000 metros aproximadamente en 2019. Pero un nuevo proyecto pretende superar a ambos y convertirse en el nuevo techo del mundo. Hablamos de la torre «The Bride», que estará situada en Irak.
Se prevé que este gigante, que hemos conocido gracias al blog InHabitat, alcance los 1.152 metros de altura. O lo que es lo mismo: más de un kilómetro de estructuras hacia el cielo. Estará en la segunda ciudad más grande del país, en Basora, a orillas del Golfo Pérsico. Pero tanto por sus espectaculares dimensiones como por sus características, los expertos comienzan a referirse a él ya no como edificio, sino como la primera ciudad vertical del planeta. Finalizar la obra costará al menos una década de trabajo: no se espera su inauguración antes del año 2025.
Uno de los objetivos más ambiciosos propuestos por AMBS Architects, la empresa que dirige el proyecto, es que sea completamente sostenible. La fachada exterior estará cubierta por paneles solares, a fin de que pueda producir tanta energía como necesite para mantener su actividad. Aunque la torre central rebasará los 1.150 metros de altura, lo cierto es que 'The Bride' será un complejo integrado por cuatro construcciones, que acumularán más de un millón y medio de metros cuadrados de superficie útil.
¿Y qué habrá en todo ese espacio? Justificando su apodo de 'ciudad vertical', ofrecerá cuantos servicios puedan imaginarse. Los planes incluyen áreas residenciales, zonas comerciales, oficinas, hoteles, parques, jardines... e incluso su propio tranvía interior. "En la torre 'The Bride' será posible pasear en los pisos bajos, pero también podremos ir de compras o comer algo varios cientos de metros sobre el nivel del mar. Miles de personas disfrutarán de ella", presumen desde AMBS Architects.
Desde el abrumador edificio caerá una especie de velo, una marquesina acristalada que proporcionará sombra a una enorme área a su alrededor. No es una cuestión irrelevante: en Basora los termómetros pueden marcar más de 50º de temperatura durante los meses más cálidos del año. Según los impulsores de la iniciativa, esta construcción vertical permitirá que las tierras fértiles de las proximidades puedan seguir cultivándose como hasta ahora. La civilización moderna ya no se expande en la tierra, sino hacia el firmamento.
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