¿Por qué animales con reproducción sexual escogen en muchas circunstancias no aparearse para concebir sus crías?
Éste es uno de los fenómenos que intriga a los científicos.
Muchas especies de animales se reproducen sin necesidad de aparearse, pero los científicos están cada vez más convencidos de que otros tantos no siempre se aparean, aún cuando pueden.
En el 2015, se descubrieron 4 nuevos casos de especies que encajan en esta modalidad.
Todos ellos refuerzan lo que ya sospechaban algunos científicos: que aún en especies que se reproducen sexualmente, muchos animales tienen la capacidad de reproducirse sin aparearse y lo han estado haciendo por mucho tiempo.
BBC Mundo te explica cuáles son estas especies y por qué importan.
Insectos palo
Los gigantescos insectos palo y los llamados insectos corteza, ambos de Australia,se aparean cuando les apetece y han encontrado formas de repeler a los machos para tener a sus crías sin la interferencia del sexo opuesto.
En un estudio que publicó en marzo la revista Conducta Animal, científicos australianos explicaron por qué las hembras de estas especies optan por la reproducción asexual.
No se trata, según ellos, de la ausencia de machos o de que que hay mucho menos machos en esta especie, como ocurre con la partenogénesis, o las especies con reproducción asexual.
Los científicos plantean que la razón es que el apareamiento tiene un alto costo para las hembras y por eso prefieren hacerlo solas siempre que puedan.
En el caso de los gigantes insectos corteza –llamados así porque tienen protuberancias que funcionan como espinas– llegan hasta el punto de pelear contra los machos para repelerlos.
Primero emiten una sustancia química antiafrodisíaca pare evitar tentar al sexo opuesto.
Si el macho insiste, la hembra enrosca el abdomen y patea para repelerlo.
"Y ya que las hembras que empiezan a reproducirse por partenogénesis no son atractivas para los machos, éstas tienen la oportunidad de continuar reproduciéndose vía asexual", señaló el estudio.
Todas las crías que así se conciben son hembras. De manera que si continúan por esta vía, el macho de esta especie de insectos podrían desaparecer completamente.
Por el momento, los machos tienen una posibilidad de sobrevivir. "En la mayoría de los casos, éstos ganan las peleas contra las hembras… pese a la resistencia de éstas".
Esto ayuda a explicar por qué la reproducción asexual continúa siendo rara, aún en especies que tienen capacidad para ello.
En estas especies, los machos literalmente fuerzan a las hembras a aparearse.
Serpientes
La reproducción asexual ha sido documentada en varias especies de serpientes en cautiverio, pero siempre se pensó que las hembras sólo hacían esto cuando no había machos alrededor.
Eso cambió en 2012, cuando el investigador Warren Booth de la Universidad de Tulsa, en Oklahoma (Estados Unidos), descubrió que dos camadas de víboras silvestres habían sido concebidas por partenogénesis.
Esta fue la primera vez que esta conducta fue observada en serpientes salvajes, que se supone tienen acceso a machos.
Este año, otro equipo de científicos de la Universidad de Indiana, también en EE.UU., encontró otro caso de un nacimiento por vía asexual de otra víbora salvaje, pero en esta instancia las crías no sobrevivieron.
Una hembra que concibió por medios asexuales tuvo una cría muerta y otras cuatro que aún no habían terminado de formarse.
No se sabe con certeza por qué sucedió esto, pero los científicos señalan que este caso es revelador.
Según Mark Jordan, quien lideró este último estudio, esto demuestra que este tipo de reproducción no es ideal.
"Estas serpientes son en parte clones de sus madres, de manera que son altamente endogámicas. La partenogénesis está muy vinculada a alta mortalidad y a poco desarrollo", explicó el científico.
No obstante, señaló Jordan, la reproducción por esta vía ha sido por mucho tiempo una parte fundamental de la biología de esta especie.
"Es algo que hacen periódicamente en situaciones en las que no hay machos con quien aparearse, cuando la población es baja o cuando migran a nuevos hábitats".
Pez espada
En el 2015, se observó por primera vez un caso de nacimiento producto de reproducción asexual en vertebrados.
Se trató específicamente del llamado Pristis Pectinada, que es un tipo de pez espada que está en peligro de extinción.
Este año por primera vez los científicos documentaron el nacimiento de siete crías que habían sido concebidas por reproducción asexual. El estudio fue dado a conocer en junio de 2015 en la revista científica Biología Actual.
Esta conducta había sido antes notada, aunque sólo en cautiverio, en tiburones, que son similares a los peces espada.
El descubrimiento se produjo por casualidad. La población de peces espada está decayendo y por eso los científicos estaban estudiando sus genes para ver cómo esto los está afectando.
"Estábamos investigando que tanta variación genética existe todavía", dice Kevin Feldheim, del Museo de Historia Natural de Chicago, en EE.UU., uno de los autores del estudio.
Las crías eran saludables, pese a que su reproducción había sido endogámica.
No se sabe porque la hembra escogió reproducirse asexualmente, pero según los científicos podría ser una estrategia de sobrevivencia cuando los niveles de la población son bajos.
"Puede ser que este sea un mecanismo de último minuto de estas hembras de pasar sus genes, cuando no encuentran a un macho con quien hacerlo", dijo Feldheim.
El equipo ha tomado 130 nuevas muestras de esta especie para analizarlas a fin de establecer con qué frecuencia utilizan la partenogénesis.
Lagartos
Incluirlos en esta lista parece sorprendente y es que en principio no deberían estar.
Sabemos que por lo general los lagartos son asexuales y hembras, y que no tienen otra opción que reproducirse asexualmente.
Pero resulta que no es tan simple. Un estudio de científicos brasileños reveló en agosto de 2015 que una especie de lagartos sí tiene machos.
Ocho crías del llamado Tegu de Muller o Leposoma Percarinatum, un tipo de lagarto que habita en Sudamérica, fueron encontrados entre 192 adultos, capturados en 34 lugares diferentes de América del Sur.
Fue la primera vez que se encontraron machos de esta especie, pese a que son abundantes en varias zonas.
Esto sugiere que algunos de estos lagartos se reproducen sexualmente. Sin embargo, se piensa que las hembras asexuales tienen una estricta regla de rechazo al macho.
"Pensamos que las hembras asexuales no se cruzan con los machos, pero las normales sí", dice el autor líder del estudio Sergio Marques de Souza, de la Universidad de Sao Paulo, en Brasil.
"En este sentido, lagartos sexuales y asexuales son evolutivamente diferentes, ya que no hay intercambio genético entre ellos.
La existencia de estos machos puede dar nuevas pistas sobre cómo estas especies pasaron a ser asexuales.
Por lo general se cree que la partenogénesis en lagartos se produce por un proceso llamado hibridación, cuando dos especies relacionadas se aparean resultando en una nueva especie.
Todas las crías de estos híbridos son, entonces, hembras.
Pero el hallazgo de machos sugiere que esto no es así. Según Souza, la partenogénesis puede haberse dado espontáneamente debido a presiones ambientales.
El científico explicó que el estudio contradice otras investigaciones que concluyen que los organismos que son producto de reproducción asexual tienen baja variación genética y, consecuentemente, poco éxito en términos evolutivos.
Para estos lagartos, al menos, la partenogénesis puede ser una estrategia para el éxito.
BBC
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