Dava Newman, durante la entrevista con el periódico español ABC - ÁNGEL DE ANTONIO |
Es la segunda persona más poderosa de la NASA y junto a Charles Bolden, el administrador general, es directamente responsable de todas las decisiones, actividades y planes presentes y futuros de la agencia espacial más importante del mundo. Dava Newman tiene muy claro que el próximo gran objetivo es colocar seres humanos en Marte, algo que se conseguirá en la década de 2030. Todos los esfuerzos de la agencia, en efecto, apuntan hoy al Planeta Rojo. Científica y aventurera, Newman ha trabajado en el diseño de nuevos trajes espaciales para las primeras tripulaciones que viajen a Marte; y ha dado la vuelta al mundo, junto a su marido, en un velero. Los viajes espaciales, asegura, se parecen mucho a las largas travesías oceánicas. Dava Newman pasó fugazmente por Madrid y concedió, en exclusiva, esta entrevista a ABC.
-Marte, exploración de las lunas de Saturno y Júpiter, minería espacial, regreso a la Luna… ¿Cuáles son, en estos momentos, las prioridades de la NASA?
-La prioridad principal es viajar a Marte. Y para ello usaremos la experiencia acumulada por las tripulaciones que desde hace 15 años han viajado a la Estación Espacial Internacional (ISS). Allí hemos aprendido mucho sobre lo que necesita el ser humano para vivir y trabajar en el espacio, y también cuáles son las mejores tecnologías para hacerlo. Desde la ISS nos moveremos a la órbita de la Luna, donde probaremos lo que hemos aprendido. Y a partir de 2020 empezaremos a hacer importantes inversiones en tecnologías específicas y críticas, que hoy en día aún no tenemos, como las de soporte vital o mantenimiento de vida, las probaremos sobre el terreno en la órbita lunar y después, hacia 2030, finalmente emprenderemos el viaje a Marte.
-¿En qué lugar quedan otros proyectos, como el de traer asteroides cerca de la Tierra para extraer minerales de ellos?
-Estamos desarrollando una nueva generación de grandes cohetes espaciales (Space Launch System, SLS) para poder viajar con ellos al espacio profundo. Es un programa que hoy está en pleno crecimiento y que nos permitirá llegar mucho más lejos. Son los cohetes más poderosos jamás construidos, y con ellos viajaremos más lejos que nunca. Sobre esos cohetes irá montada la cápsula Orión, donde viajarán y vivirán los astronautas. Una de las ideas para probar esos cohetes es llegar a un asteroide, traerlo hasta la órbita lunar y estudiarlo después allí. Cuando podamos hacer eso con todas las garantías, podremos ir a Marte, y también poner en marcha muchos otros proyectos. Pero antes debemos desarrollar todo lo necesario para tener éxito en esos objetivos.
-Es decir, que esas inversiones de las que habla serían comunes para varios proyectos diferentes…
-Sí, hay que medir bien en qué se gasta el presupuesto, y ahora nos concentramos en todo aquello que nos permita llegar más lejos con garantías. El primer gran objetivo en ese camino es poner seres humanos en Marte. Para ello hay aún un montón de obstáculos y fases por superar, tanto humanas como técnicas, que debemos desarrollar antes de lanzarnos a conquistar el espacio.
-Hay que ir paso a paso…
-Sí, paso a paso, absolutamente cierto. Y para conseguir el objetivo, en la NASA estamos buscando socios, y animando al resto del mundo para que se embarque en esta aventura con nosotros. Esto debe ser una hazaña global, de todo el mundo, y no de un solo país o gobierno. Nuestra visión pasa por un programa global de exploración humana, y por eso buscamos toda la colaboración que sea posible.
-¿Afecta esta visión también a la futura exploración, por ejemplo, de las lunas de Saturno y Júpiter, como Encelado, Titán y Europa?
-Lo primero es llegar hasta la órbita de Marte, y explorar las lunas marcianas, y aterrizar tanto en ellas como en Marte. El resto vendrá luego.
-Es decir, que se necesitarán muchos años...
-Sí. Será a partir de la década de 2030.
-También está la posibilidad de enviar robots…
-Claro… Ya tenemos robots en Marte, tanto en la superficie como en órbita. Y seguiremos enviando misiones robóticas allí, para que den apoyo a las primeras tripulaciones humanas.
-¿Cuáles son, a día de hoy, los principales obstáculos para viajar a Marte?
-Llevamos cincuenta años invirtiendo en la exploración de Marte y más de diez enviando allí rovers sobre el terreno. Eso nos ha dado una gran experiencia. Ahora necesitamos desarrollar todo lo necesario para garantizar que los astronautas puedan viajar y trabajar allí con seguridad, y volver a casa sanos y salvos. Y para eso solicitamos un esfuerzo global.
-Por ejemplo, usted ha trabajado directamente en el diseño de una nueva generación de trajes espaciales, llamados Bio trajes…
-Sí, antes de trabajar en la NASA, en un programa del MIT (Instituto de Tecnología de Massachussets). Se trataba de desarrollar trajes que mejoraran la movilidad de los astronautas, algo que es absolutamente necesario para trabajar en Marte. Si queremos buscar allí evidencias de vida, es necesario poder moverse con libertad y flexibilidad. Los futuros trajes serán mucho más ligeros que los actuales y permitirán una gran movilidad. Allí, disponer de trajes así tendrá una gran importancia. Con ellos se tendrá acceso inmediato a los datos de los robots, máquinas y vehículos, así como a su control y a cualquier aspecto relacionado con los diferentes servicios de la misión. Todos, hombres y máquinas, tendrán que poder trabajar en equipo, compartir datos y hacer posible que los astronautas exploren.
-¿Trabaja la NASA en la construcción de robots humanoides?
-Tenemos los rovers, y seguiremos fabricándolos cada vez con más capacidades. Enviaremos un nuevo rover a Marte en 2020, y seguiremos desarrollando precursores robóticos para que nos envíen datos cada vez más precisos sobre el agua marciana y su localización, sobre la composición del terreno y la atmósfera…
-¿Se podría hablar de «misiones mixtas» de humanos y robots?
-Sí. Ja ja ja… Tendrán que ir juntos y trabajar juntos, tanto sobre el terreno como en órbita. Todas las misiones a Marte serán mixtas.
-Cambiando de tema, ¿Cómo piensan resolver el problema de la radiación a la que estarán sometidos los astronautas durante su viaje y estancia en Marte?
-Sí, es un problema grave, y el principal desafío que debemos solucionar para garantizar la salud de los astronautas. Hemos aprendido ya mucho sobre la naturaleza y los efectos de la radiación espacial sobre el cuerpo humano y durante la próxima década esperamos hacer avances significativos en este campo. Hay distintas opciones, que van desde la protección en los propios trajes al consumo de antioxidantes o la ingeniería genética. Es un campo médico al que dedicamos grandes esfuerzos y en el que tenemos ya avances esperanzadores.
-¿Cómo ha afectado a la misión la confirmación de la existencia de agua líquida en Marte?
-Ha sido algo muy excitante. Ahora tendremos que acelerar la misión, no sea que los rover encuentren también de vida, ja ja ja. La verdad es que sería fantástico que lo hicieran. El hallazgo de agua líquida ha sido un hito importante. Igual que descubrir cómo el Sol pudo arrancar la atmósfera de Marte. Han sido dos grandes hallazgos en un solo mes. Es realmente excitante y lo que más me gusta de mi trabajo.
-¿Y después de Marte?
-Después de Marte, seguiremos enviando misiones científicas para conocer mejor mundos como Europa, donde también podrían hallarse evidencias de vida…
-¿Cree usted que encontraremos muestras de vida en el Sistema Solar?
-Yo creo que sí, y que será durante la próxima década.
-¿Se ha reducido la colaboración española con la NASA durante los últimos años?
-No. La colaboración española sigue siendo muy fuerte, tanto en la red de espacio profundo, sin la que no podríamos tener datos de las misiones espaciales, como en astrobiología. Precisamente, estamos actualizando las antenas de la red de espacio profundo y pronto se instalarán dos nuevas, de 34 metros, aquí, en España, en 2019 y 2020.
-Además de científico, usted es un marino experimentado, que ha dado la vuelta al mundo en un velero. ¿Se parecen en algo los viajes espaciales a las largas travesías por el mar?
-Hay muchas similitudes… Estás solo, en una nave… Y en casos de emergencia no puedes contar con nadie más que contigo mismo. En el mar, igual que en un viaje a la Luna, la ayuda puede tardar entre días y semanas en llegar, y mientras hay que arreglarse con lo que tengas más a mano. Un viaje a Marte es aún peor, porque no puede contar con ninguna ayuda exterior. Los astronautas deben ser totalmente independientes, autónomos, y ser capaces de solucionar por sí mismos cualquier problema o avería que surja.
-Volvamos a Marte. Ir, aterrizar y vivir. Lo primero está hecho. Lo segundo llegará en la década de 2030, ¿Pero cuándo podremos establecernos allí?
-Por ahora, las misiones previstas regresarán a la Tierra, para que los astronautas vuelvan a casa y puedan ver a sus familias. Pero en el futuro habrá misiones más largas, con estancias mucho mayores sobre el terreno.
-¿Será algo que podrá ver nuestra generación?
-Sí, definitivamente sí. Estoy convencida de ello.
JOSÉ MANUEL NIEVES / ABC
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