El queso parmesano le va a la pasta como Busquets a Iniesta: es la mezcla perfecta. Su textura granulosa y su sabor pronunciado hacen de contrapunto al tomate de la salsa y a la textura suave de la pasta. Pero la próxima vez que alguien se eche de un bol en su plato de espaguetis, seguro que sentirá una pizca de desconfianza.
La Food and Drug Administration (FDA) estadounidense, la agencia encargada de controlar los alimentos que se venden en el país norteamericano, está investigando a varias marcas que comercializan este queso porque ha descubierto que en varias de ellas el contenido del producto que ofrecen no es 100% lácteo. Es más, algunas de ellas no tienen nada de queso. Y otras contienen una elevada cantidad de madera.
El mismo medio de comunicación ha realizado una investigación independiente y ha llevado a un laboratorio diferentes muestras compradas en supermercados. Y lo que ha descubierto es atroz: el queso parmesano de Jewel-Osco tiene un 8,8% de celulosa; el de Wal-Mart tiene un 7,8%; y el de Kraft -que también se vende en España- tiene un 3,8%.
La celulosa es un aditivo perfectamente utilizable. No hace daño a la salud. Pero según los expertos entrevistados por Bloomberg, su cantidad nunca debería exceder el 4%, siendo l 2% lo más recomendable.
Bloomberg
No hay comentarios:
Publicar un comentario