Según publica el National Geographic, los gorilas de mediana edad, han aprendido a desarmar las trampas que por los general emplean los cazadores buscando atrapar otras presas, y que a veces resultan no obstante mortales para los simios más pequeños.
Las trampas son usadas por los furtivos que venden animales prohibidos, y particularmente por cazadores en busca de carne silvestre, cuyas presas más buscadas son los antílopes y otros cérvidos. Las trampas, suelen ser una cuerda atada a una rama verde doblada hasta el piso, donde una piedra u otro peso mantiene operativo el adminículo hasta tanto algún animal, ramoneando alrededor, cae en el lazo.
Los gorilas grandes son capaces de salirse casi de inmediato, si por casualidad caen en la trampa, pero los más pequeños pueden quedar allí sin posibilidad de zafar, y mueren al cabo de días, o incluso si escapan pueden perecer por las heridas que se producen para zafar del lazo y que se infectan con los días.
Dos gorilas descubren el escape de la trampa
Los investigadores han descubierto que dos gorilas de cuatro años, a los que conocen y siguen desde hace tiempo para observar sus vidas, han aprendido, sin contacto alguno con los humanos, a desmantelar las trampas.
“Son sin dudas los primeros registros de algo similar; para nosotros, es la primera vez que hemos visto jóvenes haciendo eso. No sabemos de ningún otro informe en el mundo de juveniles destruyendo trampas”, sentenció la investigadora Verónica Vecellio, del Centro de Investigación Karisoke, de Ruanda.
Los gorilas en cuestión, han sido capaces de romper las trampas cuando las descubrieron, algo que no solo hicieron sistemáticamente con todas las que fueron hallando, sino que incluso “enseñaron” a otro macho joven que les acompañó a hacer lo mismo, y luego siguió por su cuenta.
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