lunes, 27 de julio de 2015

Los increíbles camuflajes de las orugas

  Arriba: tres colores de Eumorpha achemon. Abajo: tres variedades de la oruga "swallowtail".
Es cuestión de buen ojo y paciencia. Pero si sales a caminar por los espacios verdes de Nueva Inglaterra, en el oeste de Estados Unidos, te encontrarás con miles de orugas dispuestas a utilizar un curioso arsenal de estrategias para evitar ser atacadas por sus depredadores.
Estas larvas han fascinado al fotógrafo Samuel Jaffe desde que era niño.
"He criado orugas toda mi vida. Las traía del jardín a la casa desde que tenía cuatro años y mis padres las encontraban en reptando por ahí y no sabían por qué", le dice Jaffe a BBC Mundo.
Su pasión lo llevó a fotografiar a estos insectos desde hace ya siete años y a fundar en 2013 Caterpillar Lab, un proyecto educativo con apoyo de la Universidad Antioch que intenta mostrar la increíble y espectacular biología de las orugas.
Las fotos de esta galería son de Samuel Jaffe.
Sphinx chersis. Foto: Samuel Jaffe.
Todas las orugas que retrata Jaffe son especies nativas de Nueva Inglaterra. La región alberga cerca de 5.000 especies. Especie: Sphinx chersis.
Dasylophia anguina - Samuel Jaffe
Cuando comenzó a tomarles fotografías en 2008, Jaffe se sorprendió de la reacción de la gente. "Nadie tenía idea de que estas extrañas criaturas vivían aquí", dice. Y fue esta reacción de sorpresa lo que lo impulsó a seguir con estos retratos. Especie: Dasylophia anguina.
Alypia octomaculata. Foto: Samuel Jaffe
¿De dónde viene este interés por las orugas? "Las orugas tienen algo muy especial: son organismos juveniles (mariposas o polillas en su estado de larva). Y por esta razón no tienen que preocuparse por encontrar pareja o luchar por un territorio como lo harán luego de adultos", explica Jaffe. Especie: Alypia octomaculata.
Polilla de cecropia (Hyalophora cecropia) Foto: Samuel Jaffe
"Su única preocupación es defenderse de los depredadores y por eso desarrollaron mecanismos de defensa increíbles". Especie: Polilla de cecropia (Hyalophora cecropia).
Ceratomia amyntor. Foto: Samuel Jaffe
Esta necesidad de defenderse es la que lleva a las orugas a desplegar un variado arsenal de armas que le permiten camuflarse para pasar desapercibidas, como el ejemplar que vemos en esta foto, o parecer peligrosas y poco apetecibles. Especie: Ceratomia amyntor.
Phosphila turbulenta. Foto: Samuel Jaffe
Otras adaptaciones asombrosas hacen que algunas orugas inflen su cola para imitar la apariencia de una serpiente. Otras tienen la capacidad de proyectar ácido para hacerle frente a su enemigo. Especie: Phosphila turbulenta.
Sphecodina abbottii. Foto: Samuel Jaffe
Aunque elegir entre tanta variedad no es fácil, ésta es una de las especies de oruga favoritas de Jaffe. Especie: Sphecodina abbottii.
Cerura scitiscripta. Foto: Samuel Jaffe
Atraparlas requiere dedicación. "Si me ves por el bosque verás a alguien caminando como en un museo: muy pero muy lentamente, mirando cada detalle, dando vuelta hojas...", dice Jaffe. Especie: Cerura scitiscripta.
Schinia nundina. Foto: Samuel Jaffe
Aunque a muchas orugas las cría desde cero, atrapando hembras de mariposas o polillas para que pongan huevos, y liberándolas después. Especie: Schinia nundina.
Samuel Jaffe. Photograph: R.L. Jaffe
En el Caterpillar Lab, Jaffe y su equipo tienen la oportunidad de compartir todo lo que saben sobre las orugas con los niños y adultos que visitan el centro. Y, cuando dejan su estado de larvas y se transforman en polillas o mariposas, Jaffe las libera en el bosque. Samuel Jaffe. Photograph: R.L. Jaffe.
BBC

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