Erika Lust, referente del pornofeminismo.
Cambiar la cultura porno no es cosa fácil. Clichés, roles estereotipados y un sexo ginecológico dominan la escena de las películas XXX hace por lo menos cuatro décadas. Sin embargo, no todos lo consideran un campo perdido. Erika Lust, una joven politóloga especializada en Derechos Humanos, nacida en Estocolmo pero residente de Barcelona, encara desde el viejo continente una nueva forma de militancia: el pornofeminismo. Su productora, Lust Films, realizó varias películas, entre ellas las premiadas Cinco historias para ellas y Cabaret Desire, y otros tantos cortos, donde el placer de ellas es el protagonista.
En diálogo con Tiempo Argentino, Erika Lust, que se define como escritora y autora de películas eróticas, explicó cómo construye este nuevo género, con una ética y estética propias y cómo colabora con la liberación sexual de las mujeres.
–¿Cómo surgió el impulso de hacer este tipo de pornografía?
–Como a la mayoría de las mujeres, cuando vi porno por primera vez, a los 15 o 16 años, no sentí amor a primera vista, ni mucho menos. Evidentemente había algo en las imágenes que me excitaba, pero también muchas cosas que me molestaban. La voz femenina estaba marginada del discurso exclusivamente masculino y casi siempre machista que viene expresando el cine XXX desde hace algo más de 40 años. No me sentía identificada en esas películas: ni mi estilo de vida, ni mis valores, ni mi sexualidad aparecían por ninguna parte. Todo en ese porno era violento, machista, ginecológico. Un producto que quizás excite a algunos hombres, pero a mí y a mis amigas no nos gustaba.
"Queremos cariño, pasión, compenetración, atracción, deseo, respeto, cuidado, mimos. Eso no quita que cuando el sexo empiece no querramos decisión y fuerza".
–¿En qué se diferencian las películas que hacés?
–Desde hace unos años, algunas jóvenes directoras y yo hemos conseguido demostrar que otro cine adulto era posible: uno donde la mujer es la protagonista y su placer tiene importancia, donde los roles que representamos no son por una vez los de prostituta, lolita, enfermera, babysitter, ninfómana. Donde por fin los hombres que se retratan no son el estereotipo del machito cachas y follador; donde la fotografía y la realización cuentan; el estilismo y las localizaciones tienen sentido; donde hay historias sobre sentimientos y pasión; donde el sexo (aunque explícito) es humano y bello, y no ginecológico y atlético. Estamos consiguiendo producir un cine x que es una experiencia estética y ética agradable, frente al porno tradicional que muchas veces es ofensivo, violento y desagradable.
–¿Se puede hablar de pornofeminismo? ¿En qué sentido contribuye a la liberación sexual de las mujeres?
–En muchos sentidos, es un cine que muestra que el sexo se puede hacer, rodar, disfrutar a nuestra manera. Que no es algo monolítico y masculino. Que nosotras tenemos nuestras preferencias.
–Hablás de historias sobre pasión y sentimientos, ¿acaso no se reproduce un poco el esquema clásico de que a las mujeres nos importan más los sentimientos y a los hombres lo más carnal?
–Ese esquema clásico tiene parte de verdad. La mayoría de los hombres no necesita preliminares para el sexo, y yo no digo que no haya muchas mujeres que igual que ellos les guste lo directo y carnal. Pero para la mayoría de mujeres el sexo es algo más complejo que quitarse la ropa ¡y a follar! Queremos cariño, pasión, compenetración, atracción, deseo, respeto, cuidado, mimos. Eso no quita que cuando el sexo empiece no querramos decisión y fuerza, pero todo a su tiempo.
"El erotismo se puede generar a partir de cualquier situación, si se plantea bien".
–¿Cómo trabajás los roles y los lugares comunes al momento de generar erotismo?
–Los lugares comunes son gente como tú y como yo, gente con la que te puedes identificar. El erotismo se puede generar a partir de cualquier situación si se plantea adecuadamente. Es como un amigo chef que dice que cualquier comida puede ser afrodisíaca si se cocina y se come de manera sensual.
–¿Es difícil conseguir actores que sigan tu propuesta? ¿Es cierto que hacés castings por la Web?
–Cada vez es más fácil porque, cuanto más conocida me hago, más gente interesante me escribe. Así que desde estas líneas aprovecho para decir que mi email es erikalust@lustfilms.com. Eso sí, ¡es más fácil que te elija si vives en España!
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