Nombrado por su padre vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodorín transfirió durante años a su cuenta personal los ingresos del impuesto sobre la venta de madera, según los fiscales franceses
Es probable que los días de Bugattis, botellas de vino Chateau Pétrus y de finos restaurantes parisinos se hayan terminado para Teodorín Obiang. Al menos en Europa occidental: la Justicia francesa juzgará al hijo del presidente de Guinea Ecuatorial por corrupción y blanqueo de dinero.
Teodorín Obiang, el vicepresidente de 47 años del extremadamente rico en petróleo pero empobrecido país africano, se enfrenta a procesos legales en toda Europa. Las autoridades del continente están investigando los orígenes de su enorme fortuna y descubriendo sus nuevas y extravagantes formas de gastar el dinero.
Tras acusarlo de saquear “descaradamente” a su país, las autoridades estadounidenses ya obligaron a Teodorín a renunciar a su derecho sobre algunas de sus propiedades. Obiang llegó a un acuerdo por el que entregó más de 28 millones de euros en propiedades, entre las que se encuentran una gran mansión en Malibú (California) y más de diez coches de lujo.
Eso sí, se las arregló para quedarse con su jet privado, valorado en 36 millones de euros, y con su colección de objetos pertenecientes al difunto Michael Jackson, entre los que se incluye un guante tachonado con piezas de cristal.
Mientras tanto, en Europa, las autoridades holandesas, suizas y francesas han embargado varias propiedades de Obiang, entre los que figuran un yate de 76 metros de eslora, el 'Ebony Shine'; y una mansión en París valorada en unos 190 millones de euros. La mansión tiene cine, spa, salón de belleza y gimnasio. Los grifos están bañados en oro y sobre sus paredes cuelgan cuadros originales de Degas y Renoir.
Entre los vehículos embargados en Ginebra hay un coche de fabricación sueca que cuesta unos 2,6 millones de euros y un Bugatti Veyron de 1,9 millones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario