Adiós a los empastes: una nueva técnica permite que los dientes se regeneren solos
Parecen piedrecillas, trozos inertes de calcio y fósforo, o que cepillar un par de veces al día. Pero, pese a ese aspecto rocoso, los dientes son sistemas muy vivos y muy complejos. De hecho, muchos de los problemas que tienen a diario los dentistas se deben a que nuestras técnicas no se llevan bien con ese carácter dinámico de las dentaduras.
Un grupo de odontólogos del King's College en Londres se han propuesto hacer que olvidemos los cementos tradicionales (propensos a infecciones futuras, a erosionarse e, incluso, a caerse) y que apostemos por utilizar un arma secreta: la capacidad natural del diente para repararse a sí mismo.
El secreto está en la pulpa
Esa arma secreta se llama pulpa dentaria o, más concretamente, las células madre de la pulpa dentaria. La pulpa es un tejido conectivo laxo que está protegida por la dentina y el esmalte en el mismo corazón de cada diente.
Es un mecanismo natural que conocemos desde hace tiempo y que sirve para arreglar pequeñas grietas o agujeros en la dentina. Paul Sharpe y su equipo se han dado cuenta de que un medicamento usado en el tratamiento del Alzheimer, el tideglusib, puede potenciar ese mecanismo para regenerar gradualmente dientes completos.
Estudios en ratones
La técnica, por ahora, sólo se ha probado en ratones. Los investigadores rellenaron los dientes de los roedores con una esponja biodegradable empapada de tideglusib y los sellaron con un adhesivo dental. Según los primeros datos, funciona: tras un par de semanas, los dientes ya presentaban mejores resultados que los de los cementos tradicionales y la dentina se había regenerado hasta rellenar todo el hueco.
Los estudios con humanos, a final de año
La duda, como reconocen los propios investigadores, es si funcionará en dientes (y agujeros) más grandes. Es decir, si funcionará en los humanos. Los buenos resultados en animales y el hecho de que la seguridad del tideglusib ya haya sido demostrada (en los estudios sobre Alzheimer), hacen que las primeras pruebas en humanos se hayan programado muy pronto. Antes de que acabe 2017 ya tendremos los primeros resultados.
Lamentablemente, para los que odian ir al dentista, la noticia no es tan buena como podría parecer. De confirmarse, la técnica supondría una revolución frente a los cementos que se usan hoy por hoy. Eso significa que los empastes serían más duraderos y de mejor calidad. Pero me temo que el trabajo del dentista y su taladro eliminando la caries del diente aun será necesario. No perdamos la esperanza.
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