El número 983 361 491 suena intermitente sin que nadie atienda la llamada. La recepcionista que ayer por la mañana permanecía en su puesto de trabajo -sin descolgar el teléfono por orden de su patrón - mientras el resto de sus compañeros habían sido despedidos, acabó por la tarde en el hospital por culpa de un ataque de ansiedad.
Esta mañana, como habían anunciado el día anterior los trabajadores, se han personado en el hotel de 5 estrellas de la Avenida de Gijón dos funcionarios de la Unidad de Recaudación Ejecutiva de la Tesorería General de la Seguridad Social. Cuando han llegado solo han podido constatar que se habían llevado hasta los marcos de las puertas. De hecho han coincidido con la última cuadrilla de Reto, que desde primeras horas del lunes se han encargado de 'vaciar' el hotel.
Los funcionarios acudían con la intención de proceder al embargo de bienes por la deuda contraída por el impago de cuotas a la Seguridad Social. Pero han llegado tarde. Tras recorrer las dependencias arrasadas y sacado fotografías, han atendido amablemente a los periodistas.
"El propietario nos ha dicho que está arruinado y que Reto se lo ha llevado todo por 8000 euros. Precio que nos parece un poquito bajo", han manifestado con una dosis de ironía difícil de reprimir ante un hecho así.
"La relación de bienes", han añadido los funcionarios, "tiene que estar depositada en algún lugar.También tendrá que demostrar que los ha vendido por el precio que dice haber recibido".
Mientras tanto, los trabajadores también han llegado al hotel. Vienen alarmados porque han comprobado que a día de hoy siguen dados de alta. Los funcionarios les tranquilizan, diciéndoles que es posible que desde que se da la orden de baja hasta que se hace efectiva puede transcurrir un tiempo.Ellos por si las moscas, han decidido acudir a su puesto de trabajo no vaya a ser que al final sean acusados de abandono de sus responsabilidades.
"Aunque el jefe ya nos ha dicho que no esperemos cobrar un euro; que está arruinado. Nos ha repetido lo que nos dijo ayer: que vayamos al Fogasa, que todo se la suda", dicen los trabajadores, que acaban de descubrir que están contratados por diferentes empresas: Alba 2016 Patrimonial y por Vis Invest-Sapin SL.
Del propietario del hotel, ni rastro. Rafael Martínez, acompañado de uno de sus inseparables guardaespaldas, se ha esfumado al ver la presencia de los primeros periodistas. Hasta entonces, además de atender a los funcionarios de la Seguridad Social, decir algún que otro improperio a sus trabajadores, ha permanecido en la recepción del hotel, en el que hasta pasadas las 12.30 del mediodía no había hecho acto de presencia ningún agente de la policía, como habían reclamado los empleados.
A Rafael Martínez Martínez -que tiene varias sociedades y que aparece como administrador único en Vis Invest-Sapin SL dedicada a 'la compra venta de bienes inmobiliarios por cuenta propia'- le seguía la pista desde hace tiempo la Tesorería General de la Seguridad Social. De hecho, durante la Seminci habían estado en el hotel. Al incumplir un aplazamiento de la deuda contraída es cuando se ha reactivado su expediente.
El camarote de los Marx
La mañana de locos no ha hecho más que empezar. El hotel parece el 'camarote de los hermanos Marx'.
Al hotel ha llegado la madre de un joven que se encuentra en Inglaterra y que tenía concertada la boda para el 16 de abril con una residente en Hong Kong. "He venido ante las noticias publicadas. El pasado día 23 de diciembre estuvimos probando el menú... Mi futura nuera al enterarse me ha dicho que esto solo pasa en un país tercermundista. Es una vergüenza", dice esta madre -abogada de profesión- que confía en que alguien les devuelva el dinero ya entregado a cuenta por la reserva del alojamiento y banquete.
Una pareja de extranjeros abandona el hotel desconcertada por lo que ha vivido atrincherada en una habitación. Son los 'últimos del Marqués de la Ensenada'. Los trabajadores dicen que por la mañana aún se han servido algunos desayunos a otros clientes más madrugadores.
Al poco rato hacen acto de presencia empleados de la lavandería Ilunión a llevarse manteles, sábanas... Durante un buen rato cargan varias jaulas con ropa.
También entra una joven para intentar comprar el diván de la entrada. Los trabajadores le dicen que es imposible, que todo está embargado. Y se va sin el vistoso diván que de momento no ha sido retirado por Reto... como han hecho con casi todos los demás bienes.
De un expositor del vestíbulo faltan unas botellas de 'un pack de Protos'. "Se las ha llevado el jefe", dicen.
Un paseo por el interior del establecimiento es como hacerlo por un inmueble de la ciudad de Alepo. Marcos de puertas, bañeras, lavabos, enchufes... todo ha sido arrancado sin el menor miramiento. Hasta tazas de vater permanecen por los pasillos...
Lo que tampoco nadie se ha llevado, de momento, es la flamante placa que luce a la entrada del hotel de la Junta de Castilla y León y Ade Inversiones y Servicios, concedida al 'Proyecto de inversión Hotel Marqués de la Ensenada. Este proyecto ha sido cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional'.
Tras el mostrador de la recepción, también permanece un retrato del Marqués de la Ensenada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario