Una buena forma de empezar este artículo sería presentar unas estadísticas médicas acerca del desenvolvimiento sexual de los hombres operados de próstata. Sería científico pero no sería personal.
Hoy quiero escribir para ti, solo para ti: la pareja del hombre operado de próstata, que no importa lo que diga el urólogo o digan las estadísticas… Ya no es el mismo hombre ni su sexualidad es la que ambos conocían.
Ya han pasado las semanas y ambos están esperando que el pene reaccione, vuelva a la vida, sea capaz de recrear sus viejas proezas.
Pero no está ahí. Ahora está uno tímido, que no se conoce a si mismo, que va a tientas en la oscuridad sin encontrar el camino que conocía tan bien.
Y no es cosa de desdeñar lo que siente un hombre cuando pierde su potencia sexual, pero no progresivamente con la edad, sino de un día para otro como consecuencia de una cirugía.
Su querido pene, su amigo. Su compañero de andanzas desde aquellos primeros tiempos cuando traviesamente se encontraron para descubrir las delicias del placer sexual.
Aquel con el cual hay tantas historias que recordar. El que lo dejó triunfante como un guerrero conquistador. El que hizo historia en el corazón de una pareja amada. El que se portó mal y lo dejó avergonzado. El insaciable. El romántico. El que pudo sanar con su amor a una pareja asustada e insegura. El siempre listo, tan buscado por personas necesitadas. Aquél con el cual derrochó físico o aquél por el cual tuvo que aprender otras técnicas para compensar tamaño y grosor.
Ese amigo que siempre ha estado ahí y que le ha permitido entender las cualidades del ser masculino.
Aquél que cuando estaba erecto parecía que lo proyectaba al infinito. Aquél que cuando eyaculaba llenaba al mundo de su ser. Aquél que le recordaba que era hombre y que sabía como dar placer a su pareja.
Ese….ya no está…
Así, querida pareja del hombre operado de próstata, ahora viene tu trabajo más fuerte… ¿Cómo amar a tu hombre ahora que no tiene el mismo pene? ¿Cómo amar a tu hombre que aunque se erecta lo hace con dificultad? Un pene semiflácido, un pene que no entra con fuerza, un pene que se duerme en pleno acto, un pene que ya no es el protagonista principal.
Es el momento más hermoso de tu vida. Es el momento en el cual el universo te está brindando la oportunidad de entender lo que significa “amor incondicional”. Es el momento de decir “Te amo… como eres… con lo que tienes… con lo que me puedes dar”…
Uff… ¡Ese es el súper trabajo espiritual!
Así que pareja del hombre operado de próstata, tienes frente a ti la experiencia más poderosa de expansión del corazón. Aceptar y amar como es…
Y sobre esa base entonces puedes comenzar a construir.
Desde la toma ocasional de un medicamento, hasta todas las técnicas alternativas de placer que no dependan de un pene erecto. Sexo oral, caricias de todo el cuerpo, masturbación…
Pero sea lo que sea que elijas como una forma nueva de sexualidad solo será grande y llenará el corazón de ambos si lo haces partiendo del “amor incondicional”.
Te aseguro que será la mejor experiencia de tu vida…
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