Arya Permana, un niño de 10 años de la localidad de Java Occidental, Indonesia, es considerado el más obeso del mundo, pues a su corta edad pesa 192 kilos.
La madre de Arya Permana explicó que su hijo “tiene hambre todo el tiempo” y que puede comer la misma cantidad de comida que dos adultos. El tamaño le impide al chico caminar con comodidad y vestirse con uniforme de colegio, por lo que ya no va a clases.
Lo cierto es que Arya nació por parto natural con un peso normal de 3,2 kilos, según su madre, Rokayah, de 35 años. Ella y su marido, Ade Somantri, de 45, ya tenían otro hijo, que no padece obesidad.
Arya empezó a subir de peso de manera anormal cuando tenía apenas dos años. Ahora el chico come cinco veces al día grandes porciones de arroz, carne y vegetales, aunque su madre resolvió darle arroz integral hasta que pierda algo del peso.
“Siempre está cansado y se queja de que le falta el aire. Sólo come y duerme todo el día, y cuando termina de hacer esas cosas, se mete en la bañadera durante varias horas”, explicó Rokayah.
“Mi hijo está cada vez más grande y me preocupa su salud’, agregó. “No sé cómo hacer para que pare de subir de peso, a menos de que le dé menos comida”, convino la mujer, quien se encarga de atender al chico en su casa.
Entre sus amigos, el nene sufre todos tipo de cargadas. Se burlan de él, a punto tal que le hicieron una página de Facebook en su nombre.
“El chico tiene que adelgazar lo más rápido posible, porque corre serio riesgo su vida”, dijo una médica en diálogo con los medios locales. El caso de este chico dio la vuelta al mundo y generó un gran revuelo. Es que sirve para concientizar sobre los riesgos de la obesidad infantil, una enfermedad que puede terminar siendo mortal.
LaGaceta
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