La cantante de gospel Kim Burrell se ha convertido en la primera gran villana del año para los medios en Estados Unidos. En un discurso recitado en una iglesia que se ha hecho viral este fin de semana, la cantante arremete contra los homosexuales de una manera tan grave y tan salvaje que roza la autoparodia.
Durante su sermón, furioso y solo interrumpido por los vítores del público, la cantante concluye que la homosexualidad puede traer la muerte, que hay que escupir a los homosexuales y recrea escenas explícitamente eróticas para después criticarlas.
Todo esto ocurrió durante un sermón en la Love & Liberty Felowship Church, congregación que ella misma creó para cantar gospel y de la que es pastor. Este es el vídeo de la escena que ha indignado a Estados Unidos y, a continuación, algunos de los pasajes más graves transcritos y traducidos:
“Todo el mundo en esta habitación que esté contagiado del espíritu homosexual que rece a Dios para ser liberado. ¡Juegas con ello! ¿Y eso que significa? Que mueres por ello. ¡Morirás! Si juegas con esto en la casa de Dios en 2017, morirás".
"¿Estáis aquí para escuchar mi causa? Yo he venido a hablaros del pecado. De esa naturaleza del pecado. De ese pervertido espíritu homosexual, y del espíritu de la decepción y la confusión. Ha traicionado ya a muchos hombres y mujeres. Ha causado una herida en el cuerpo de Cristo. El espíritu homosexual llega y dice cosas como: “Hay que querer a todo el mundo”. ¡Escupidles! ¡No puedes seguir las instrucciones sagradas de Dios con tanta perversion!"
"Tú, como un hombre, abres tu boca para tomar el pene de otro hombre en tu cara, ¡eres un pervertido! Tú eres una mujer y sacudes tu cara en los pechos de otra mujer, ¡eres una pervertida!”
Las palabras de Burrell podrían no resultar llamativas para aquellos que no conozcan su figura. Pero resulta ser una de las cantantes de gospel más influyentes de su generación y durante su carrera ha colaborado con artistas de ideales progresistas que o bien han admitido haber tenido relaciones con personas de su mismo sexo (como Frank Ocean, que la llamó para colaborar en su último disco y parece que no recibió ningún escupitajo por su parte) o bien han abrazado y defendido la causa LGTBQI, como Harry Connick Jr. (que dijo de ella “si no es la mente musical más grande que he conocido, al menos está entre las más grandes”) o el omnipresente Pharrell Williams.Otros artistas como Nelly Furtado o Chaka Khan han expresado repetidamente su admiración por ella. Y Burrell era amiga personal de Whitney Houston, una de las grandes divas gays del pop y, según medios como Newsweek y algunos de sus familiares más cercanos, incluido su exmarido Bobby Brown, bisexual.
El asunto ha ha dejado dos movimientos interesantes. El primero es su ambigua disculpa en redes sociales, que tiene poco de disculpa y vuelve a ser un sermón ideológico. “No estamos en una guerra contra la carne y la sangre”, dijo en un vídeo subido a su cuenta oficial de Facebook. “A mí me preocupa la creación de Dios, todo el mundo, de la comunidad LGTB y los demás. Yo nunca dije LGTB anoche. Yo dije pe-ca-do”.
Su usuario en Facebook, por cierto, es "KimBurrellLove". LOVE.
El otro movimiento, este aún pendiente, es que el día 5 la cantante tiene previsto actuar con Pharrell Williams (ambos cantan la banda sonora de Figuras ocultas, película de la que ya hemos hablado aquí) en el programa de… Ellen DeGeneres. La lesbiana más mediáticamente poderosa del mundo, probablemente. Uno de los rostros más famosos de Estados Unidos y que acaba de ser galardonada por el presidente Obama con la Medalla de la Libertad por su “valentía” al anunciar que era lesbiana hace 20 años.
¿Estará dispuesta Ellen a acoger a Kim en su plató? ¿Le escupirá Kim, tal y como predicó en su iglesia? Es posible que Burrell no conozca la historia de Donna Summer, que cayó en desgracia después de que se hiciesen públicos unos comentarios suyos sobre la homosexualidad, Dios y el SIDA. Al contrario que los de Kim Burrel, las palabras de Sumer no fueron grabadas en ningún tipo de plataforma y no constan en ningún sitio. Aparecieron en un artículo del Village Voice porque supuestamente las oyó el periodista Jim Feldman tras un concierto en Nueva York en 1983 (esa historia se la contamos aquí). Su carrera nunca se recuperó. Es posible que la de Kim Burrell, la cantante de gospel más importante de su generación, tampoco. El golpe de humor lo han puesto algunos de los comentarios de usuarios de Facebook en su perfil oficial. Nuestro favorito: “Realmente necesitas a la comunidad LGTB para hacer algo con tu pelo y tu maquillaje, tienes un aspecto desastroso”.
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