Cada 14 de febrero, millones de parejas en todo el mundo recuerdan a San Valentín, el patrono de los enamorados. Algunos lo hacen de manera original y detallista, pero sobretodo de modo romántico.
Pero estos ejemplos que verás a continuación, harán que definitivamente agradezcas si este año lo pasaste sin celebraciones....
Las velas encendidas siempre han sido una de las escenas más románticas, en cualquier época y lugar, no sólo en San Valentín. Y con una rosa en mano, es casi imposible que la doncella no caiga rendida a los pies de su amado. ¿O no?
El sujeto de esta imagen, inicia la ‘ofensiva’ siguiendo más o menos su instinto. Al menos, muestra mucho ímpetu. Ojalá sea suficiente para seducir a su mujer.
Tanta efusividad, a veces, es contraproducente. No para éstos dos tórtolos, a quienes evidentemente poco o nada les mueven las críticas ajenas, sino al resto de los mortales que mal podrían ver esta exposición.
Pero en San Valentín éstas, y otras muestras de pasión, son permitidas entre los enamorados, aunque esta pareja ya roce la impudicia. Pero el amor es precisamente eso: transgresión, osadía y una completa irreverencia hacia “el qué dirán”.
Hay relaciones que marcan, sin dudas. Sea por haber sido la primera o por haber alcanzado estadíos insospechados. Pero llegar a tatuarse el nombre y con una leyenda que da pie a pensar en excesos, ya parece un exageración.
Es casi seguro que los que crearon al dios romano del amor, tierno y con gracia pueril, no se hayan inspirado en el personaje de esta imagen. Con honestidad, si éste sujeto sea la personificación de Cupido, probablemente habrá serios inconvenientes en las relaciones personales.
En algunas culturas, y en especial en países latinoamericanos, existe la creencia de que el amor ingresa a través del estómago. Hay parejas que se han formado a través de la forma gastronómica de seducir. Pero estos spaghettis no se ven nada atractivos. ¡O sí?
Otra de tatuajes. A este enamorado, que no encontró mejor forma de expresar su amor que tatuándose una frase en el antebrazo izquierdo, es probable que no logre conquistar a una maestra o una escritora.
Unos carteles escritos de propio puño y letra, más globos de colores, y sumado a ello un ramos de flores, suponen una perfecta combinación para una conquista segura… a pesar del galán.
Al menos hay que darle el crédito de la originalidad y del espíritu ecológico al reciclar latas. Aunque Tania, la doncella, probablemente deberá pensarlo dos veces para aceptar a un enamorado de “copas fáciles”.
¿Qué sería de los noviazgos sin esas amistades compinches que hacen posible desde los encuentros furtivos, los saludos y las cartas hasta las fotos más ridículas? Sí, uno sería feliz.
Un meme tan viralizado e imitado en internet supone una muy pobre y poca original manera de conseguirse pareja. Pese al esfuerzo de hacerse con un cartel, es probable que estos dos no hayan logrado una buena cosecha.
Hay muestras de expresividad que sorprenden. No sabemos si es un halago o no, pero la referencia a los Teletubbies confunde aún más. Pero a juzgar por la contextura corporal de los personajes infantiles (a colores, chatos y rollizos) no es una referencia muy justa.
Sentirse enamorado, y más aún días como el de tu boda, es como volar por los aires. No entendemos exactamente si esta pareja trata de parecerse a los superhéroes de los cómics, o decididamente hacen el ridículo.
La mala ortografía no obstaculiza al amor. Ésta imagen así lo demuestra, no hay que ser Gustavo Adolfo Becquer, o quizás alguien más ‘terrenal’ como Joaquín Sabina, para entender la ‘dinámica del amor’.
El humor es un componente necesario en las relaciones personales. Quien tiene humor sabe el camino por el que hay que andar para enamorar. Sin embargo, éste encendido enamorado se le fue la mano… un chorro.
Y para terminar, una más de los que se saltaban la clase de Lengua. No es que el amor no exista, es que ¡sale corriendo! Al ver tus faltas ortográficas. Y también cuando ve la humildad que algunas y algunos sueltan por los poros.
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