La fobia del chico comenzó cuando tenía unos 11 años de edad. Había aprendido que los nutrientes en los alimentos causaban su crecimiento: por ello empezó a comer menos hasta perder 12 kilos, según el informe de los médicos que lo atendieron, informa el portal de ciencias Livescience.
Además, el menor intentó ocultar su altura, y distorsionó su voz, hablando intencionadamente en un tono más alto. "Cada vez que se daba cuenta de un cambio físico que indicaba que estaba creciendo, sentía tal miedo y ansiedad que empezó a considerar someterse a múltiples cirugías para ocultarlos", escribieron los investigadores en su informe, publicado en diciembre en la revista 'Case Reports in Psychiatry' ('Informes sobre Casos en Psiquiatría').
La madre del niño también lo trata como si fuera más pequeño: por ejemplo, le canta canciones de cuna y decide qué debe vestir cada día. "También cree que una vez en edad adulta sería más propenso a enfermar y morir", afirma el informe.
Finalmente el niño fue enviado a la Universidad Autónoma de Nuevo León, en el norte de México, para que su caso fuera estudiado. Los investigadores diagnosticaron al niño congerascofobia: un miedo anormal y persistente a envejecer. Los especialistas de la Universidad reportaron que solo habían encontrado dos casos de esta anomalía y que en ambas ocasiones se trató de adultos.
Además, el menor intentó ocultar su altura, y distorsionó su voz, hablando intencionadamente en un tono más alto. "Cada vez que se daba cuenta de un cambio físico que indicaba que estaba creciendo, sentía tal miedo y ansiedad que empezó a considerar someterse a múltiples cirugías para ocultarlos", escribieron los investigadores en su informe, publicado en diciembre en la revista 'Case Reports in Psychiatry' ('Informes sobre Casos en Psiquiatría').
La madre del niño también lo trata como si fuera más pequeño: por ejemplo, le canta canciones de cuna y decide qué debe vestir cada día. "También cree que una vez en edad adulta sería más propenso a enfermar y morir", afirma el informe.
Finalmente el niño fue enviado a la Universidad Autónoma de Nuevo León, en el norte de México, para que su caso fuera estudiado. Los investigadores diagnosticaron al niño congerascofobia: un miedo anormal y persistente a envejecer. Los especialistas de la Universidad reportaron que solo habían encontrado dos casos de esta anomalía y que en ambas ocasiones se trató de adultos.
Además, el niño había experimentado a los cinco años de edad trastorno de ansiedad por separación, estado en el que el individuo presenta una excesiva ansiedad por la separación de su hogar o de sus seres queridos. Por si fuera poco, resultó que un vecino abusó sexualmente del menor al año siguiente.
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