Tienen un tronco inmenso y hueco, y adornan el paisaje de diversas regiones de África y Australia.
Pero el tamaño no es lo único llamativo de los baobabs, los árboles que amenazaban también con destruir el pequeño planeta que habitaba el principito, el personaje de la novela de Antoine de Saint-Exupéry.
La otra característica notable es que pueden vivir por más de 1.500 años.
Ahora, un equipo internacional de investigadores logró entender el secreto de su longevidad.
Arquitectura clave
Tras analizar muestras de la cavidad interior de un ejemplar en Mozambique, cuyo tronco tiene una circunferencia de 21,44 metros, los investigadores notaron que la parte más vieja del árbol no estaba cerca del interior como suele ocurrir.
"Hasta ahora, las únicas cavidades normales o comunes mencionadas dentro de la literatura para todas las especies de árbol son las provocadas por la madera que se habría eliminado, con lo que la edad a nivel de la cavidad disminuye a medida que se aleja de la corteza y se acerca a la cavidad", explican los autores del estudio.
Pero este no es el caso del baobab de Lebombo.
"La única explicación posible (…) es que estas cavidades, que llamamos falsas cavidades, son en realidad espacios naturalmente vacíos (que nunca estuvieron rellenos de madera) entre varias células dispuestas en forma circular que se habrían fusionado", agregan.
"Esta nueva arquitectura permite a los baobabs crecer más y vivir más tiempo", aseguran los autores de la investigación, publicada en la revista PLOS One.
Patrón similar
Según descubrieron, el baobab de Lembobo está compuesto en realidad de cinco tallos unidos. También hallaron evidencia de la existencia de un sexto tallo en el pasado.
La parte más vieja del árbol tiene 1.355 años y la más joven, 900.
Durante los cerca de cien años después de que comenzó a crecer el tallo más joven, los tallos se unieron y formaron la cavidad falsa que alcanzó su tamaño actual y dejó de crecer hace unos 500 años.
Los científicos -de Rumania, Sudáfrica y Estados Unidos- fecharon también la edad de otros 20 baobabs. Encontraron que uno de ellos tiene más de 1750 años.
Todos mostraron el mismo patrón en la distribución en la edad de la madera, lo cual indica que sus troncos están hechos de tallos fusionados.
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